[a la orilla del río...]

dos soledades puras
confundidas
sobre una isla efímera
de amor desesperado
juan l. ortiz

[de pronto recordé que había soñado con eso...]

un laberinto asfixiante en el que por más que caminara
siempre estaba en el mismo lugar
algo me atrajo, quizá la incertidumbre o mi propio miedo,
y me largué a correr hacia cualquier parte
osvaldo soriano